La más sencilla forma de comprender lo que es una célula, o unidad fundamental de los seres vivos, es ir a la unidad fundamental que actualmente se considera la base de la vida. Nos referimos a las Bacterias. Se ha impulsado tanto el conocimiento de las Bacterias, que basta un rastreo de descubrimientos bacterianos para darnos cuenta que nuestra propia complejidad no es más que una expresión ecosistémica de la propia complejidad que de por sí, se manifiesta en las comunidades bacterianas. El uso aquí del término "complejidad", al contrario de lo que pudiera pensar quien nos lea, es un término "FACILITADOR". "Complejidad", etimológicamente, significa o equivale a "Entretejido". Es decir, una alfombra de esas artesanas que compramos en Marrakech, por ejemplo. La "Alergia a la Complejidad" no es más que el reflejo de nuestra "Alergia a la Complicación". "Complicación" es un atasco de vehículos en una avenida. "Pseudocomplejidad" es un parque temático, por ejemplo, o un centro comercial, donde se imita a propósito parte de la complejidad que de siempre ha habido en los centros urbanos; y que por lo que a Europa y sus derivados culturales se refiere, se ha escuchimizado tanto que, ya no son desiertos escuálidos de vida, sino auténticos cementerios, en los que la intensa vida de intercambios se evapora cada día en el aire desde sus reservorios metasimbióticos de los suelos hortelanos del centro de Málaga, por ejemplo...
Esta descripción de una "célula viva", escalonada mientras pasamos entre diferentes escalas vitales, de manera inclusiva al estilo de la Educación Global, versión "Selby", utiliza el lenguaje de la "Biología Kuántika". Saltamos a placer entre cachos de vida, al más puro estilo sistémico. Y de camino conectamos, también a placer, diferentes campos del conocimiento. Gracias, entre otras, a la revolución nativa-digital, hemos alquimizado "El Paso del Noroeste" en "La Magia de Warry Poker".
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martes, 7 de julio de 2009
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